sábado, 19 de noviembre de 2011

Gemidos falsos, insatisfacción real.

Para nadie es un secreto que un gemido es un perfecto afrodisíaco incluso más potente que las ostras,  que ese dulce grito ahogado o libre de placer vuelve loca de pasión a cualquier persona, un instante sinfónico en primera fila a escuchar la mejor aria jamás escuchada, el aria de los gemidos de esa otra persona, quien puede resistirse a ellos?!.

Pero sin embargo esto puede llegar a ser un arma de doble filo, entre lo sublime y la insatisfacción, las mujeres tendemos a exagerar los gemidos porque sabemos cuán estimulante es para nuestra pareja, al punto que a veces para garantizar su satisfacción llegan a fingirlos, un gemido falso lleva a una falsa estimulación de zonas que para ti no son erógenas pero que para él son la llave a tú paraíso. Esto lleva a una mala forma de estudio de nuestro cuerpo para nuestra pareja, al pensar que sentimos placer por algo en específico, ya sea la forma de penetración o el movimiento de su lengua durante el sexo oral por ejemplo, cuando en realidad no es así y resulta perjudicial para nosotras mismas y la salud de la relación, le estamos guiando erróneamente a esa persona justo a ese punto en el que se debe fingir además el orgasmo para que todo acabe de una vez
.
Es incomodo, frustrante y nada placentero tener relaciones sexuales sólo fingiendo, a diferencia de Meg Ryan a nosotras no nos están pagando por fingir una escena de orgasmo perfecta. En las relaciones sexuales el placer está en el disfrute de ambos no en la satisfacción de uno solo, para eso existe la masturbación.

Y piénsenlo, a quien están engañando más, a ellos, pobres que muchas veces no saben diferenciar entre un orgasmo genuino y uno fingido, o a ustedes mismas, privándose del placer, la satisfacción y los beneficios del buen sexo y un agonizante, relajante y exquisito orgasmo?

No sientan miedo al hablarle a sus parejas sobre qué es lo que más les excita, cuales son los puntos a tocar, nadie nace aprendido y aunque parte de la diversión radica en descubrir a veces no está de más guiar y conseguir las recompensas.

Sobre la cama no hay tabúes validos cuando hay comunicación y confianza, se sorprenderían al descubrir que esa mujer u hombre a su lado tiene fantasías en común contigo y está dispuest@ a cumplirlos.

El sexo es sucio, excitante y a veces hasta extraño pero divino, disfrutar en pareja es algo exquisito, no se priven de portarse mal cuando lo hacen bien, dejen la ficción para el cine e inyéctenle realidad y placer a sus vidas. No teman preguntar qué les gusta a sus parejas ni hacerles saber donde los deben tocar, el éxito de una buena relación está en una buena comunicación y aun más cuando de sexo se trata…

jueves, 3 de noviembre de 2011

Actitud Sensual...


A la mirada de todos eres bella, pero frente a un espejo lo sientes así?

No hay nada más sensual en una mujer que la seguridad en sí misma, que esa sonrisa llena de luz su rostro, que esa forma de caminar segura y fuerte, que esa mirada que habla por sí sola. El cuerpo femenino es un templo de belleza, sea baja, alta, flaquita, rellenita, atlética, joven, madurita, etc.

La sensualidad es una actitud, al igual que la belleza, ser sensual y erótica no siempre es ser pornógrafa, una mirada penetrante aunque sutil, unos labios brillantes, una sonrisa espontanea, una manera de ser coqueta, de vestir a tu manera sin importar el que dirán, eso es sexy, eso es erótico.

Actualmente y a pesar de los estándares de ‘belleza’ auto establecidos por el mundo de la moda, a un hombre nada le atrae más que una mujer cuyo caminar lo invite a mirarla dos veces, cuya sonrisa le inspire a devolverle el gesto, cuya belleza espontanea lo incite a pedirle el numero de teléfono.

La sensualidad en una mujer se basa en los detalles, en esas pequeñas cosas que nos hacen ser y sentir únicas, nos diferencian de las demás, en esa forma de saber llevar los tacones al andar, en esa manera en que mordemos nuestros labios cuando algo nos atrae, en esa mueca llena de gracia que invade nuestro rostro cuando algo o alguien nos hace sonrojar.

Es sentir la belleza por dentro y proyectarla por fuera, es vivir la sensualidad sin llegar a la pornografía ni a la vulgaridad, no es mostrar sino saber qué y cómo mostrarlo, es sentir y verte fabulosa, es robarte las miradas al pasar, es saber llevar las ropas y saberlas usar, es querer tu cuerpo, tu templo, es amarte a ti misma y reflejar esa seguridad en las miradas que dejas, es tener una actitud sensual sin ser explicito en lo sexual.

Demuestra esa sensualidad en tu originalidad, en tú única y peculiar forma de ser, sonríe, disfruta, ama y exhala seguridad al andar…