viernes, 16 de diciembre de 2011

Relatos: 'Luisa y Ana: Dos perfectas extrañas'

Luisa y Ana llevaban tiempo en pareja y entre las muchas cosas que disfrutaban hacer estaba el juego de roles.
Una noche salieron a bailar a una discoteca y Luisa, mientras compraba lo que tomarían decidió iniciar uno de sus juegos.
Se acercó a Ana y la saludó como si nunca la hubiese visto. Le dijo que no había podido evitar notarla y que si gustaba un trago. Ana entendió inmediatamente por dónde venía y automáticamente asumió el rol también. Sonrió tímidamente y aceptó el trago.
Comenzaron a bailar y hablaban como unas completas extrañas. Luisa pasó la noche entera diciéndole cosas a Ana al oído. Ana sonreía de una manera pícara, así como quien no quiere la cosa y seguía bailando.
Bailaba muy cerca de Luisa y a veces pegaba su cuerpo al de ella, bajaba y subía rozándolo. Eso sí, sin despegar ni por un segundo su mirada de la suya. Eso excitaba mucho a Luisa. Luisa trataba de tomarla por la cintura pero muy ágilmente Ana lograba que no la llevara hacia ella. Eso la provocaba más.
Así pasaron la noche entera, bailando y provocándose (por supuesto que algunos en el sitio estaban impactados) pero sin soltar nada. A veces sus rotros se acercaban tanto que los labios se rozaban y producía que se estremecieran en el lugar. Se deseaban.
Tras varios tragos, Luisa le preguntó si quería irse de ahí y Ana le pidió que la llevara a su casa, que ya quería dormir. Luisa dijo que sí.
Cuando iban en el camino, Ana no paraba de decirle cosas y respirarle al oído y al cuello a Luisa. La incitaba. Entonces Luisa le preguntó que para dónde la llevaba, si para su casa o para la de ella (Ella ya había agarrado camino a la suya). Por supuesto que le dijo que la llevara a la suya, la de Luisa. Llegaron (siempre en el personaje de quienes no se conocen).
Luisa le ofreció un trago, Ana divinamente dijo que no y se le abalanzó. Dejó escapar todo lo que tenía reprimido en la discoteca. La arrojó contra la pared y comenzó a besarla, sus manos la acariciaban. No dejaba de verla a los ojos y eso enloquecía a Luisa cada vez más
Le quita la blusa y comienza a jugar con sus senos. Los besa, los muerde, disfruta ver como se ponen erectos, duros por ella. Mientras se queda en ellos, comienza a quitarle los pantalones, lo hace de la manera más sexy que puedan imaginarse. Acaricia sus piernas.
Comienza a bajar por su vientre mientras lo besa, llega a sus muslos y comienza a besarlos. Luego pasa su nariz por encima de su ropa interior. Luisa siente incluso su respiración a través de ella, se estremece y Ana lo disfruta.
Luisa quiere tomarla pero espera su turno con calma. Le quita la ropa interior y sopla sobre su sexo, se derrite. Ana lo sabe y lo disfruta. Hunde su lengua en ella suave, lenta pero profundamente. Sus piernas no lo pueden tolerar y cae de rodillas frente a ella.
Se miran fijamente y Luisa le arranca un beso. Fuerte, pasional y la arroja al piso. Sin dejar de besarla posa su pierna en su entrepierna. Eso estremece a Ana y Luisa siente su cuerpo vibrar. Entonces pone más presión y coloca una de sus manos dentro de su blusa hasta sus senos.
Se la quita y juega con ellos. Se los come, los chupa y su pierna hace más presión. Baja por su ombligo y se detiene a jugar en él mientras desabrocha el pantalón. Puede sentir el calor emanar de él. Le quita el pantalón, y su ropa interior con él. Se sumerge en su humedad y siente como su cuerpo se encalambra. A Luisa le gusta esa sensación y el leve gemido que Ana deja escapar de sus labios.
Hunde su lengua en su sexo y sube a su clítoris. Lo toma entre sus labios y lo succiona. Eso le encanta a las dos. Las enloquece. Siente cómo se enciende su cuerpo y su clítoris erecto en su boca la hace mojarse cada vez más. Coloca su dedo en su sexo y la escucha gemir
Aún no entra, espera a que se lo pida..
Ana pide que la penetre, no aguanta más. Lo hace y Ana deja escapar un grito, su espalda se arquea y su cabello cae en su espalda. Hermosa.
Luisa sube por su cuerpo y apoya su peso sobre Ana, sus piernas separan las suyas. La mira a los ojos y recibe la señal de aprobación. Luisa se mueve sobre sus caderas, los clítoris bailan al mismo compás, sus senos se besan.
Luisa puede sentir cómo Ana se estremece, cómo su cuerpo va dándole las señales que ya el momento se acerca, y se mueve con más firmeza. Las manos de Ana en su espalda le dicen que ya el momento viene. La aprieta a ella, la rodea con sus piernas sobre la cadera. Gime con más fuerza, grita, y desfallece en sus brazos, Luisa siente su calor y humedad, y su cuerpo produciendo espasmos de éxtasis.
En ese momento Ana se encuentra agotada, queriendo tocar a Luisa pero sin fuerzas y Luisa decide hacerlo ella misma. Se acuesta boca abajo y coloca su mano en su sexo, húmedo, caliente, lleno de ella e introduce un dedo. Deja escapar un suave gemido y Ana le pregunta qué hace. Me toco, le dice.
Eso le encantó. Comenzó a decirle cosas, a excitarla con sus palabras y le decía qué hacer. Eso excitaba a Luisa. Así que comenzó a moverse sobre su mano, tal como si estuviera sobre Ana. Podía sentirla.. Se estremecía.. Jugaba con su clítoris.
Estaba a punto cuando siente el cuerpo de Ana sobre su espalda. Toma su mano y la reemplaza por la suya. Comienza a tocarla desde atrás.. La pone en 4 e introduce sus dedos en ella. Logra dar con su Punto G y se queda a disfrutarlo. Luisa siente que ya viene y se lo dice.
De un sólo movimiento Ana voltea a Luisa. Dice que la quiere mirar a los ojos. Se coloca sobre ella y sus manos juegan en su sexo. Comienza a balancearse y la hace llegar al clímax. Luisa le muerde un labio y siente como fluye un poco de sangre de él pero lo disfruta.
Sonríen y Luisa le dice: Mucho gusto, me llamo Luisa y Ana no puede evitar reír. Sí, definitivamente el juego de roles era su favorito.


Escrito por: @Lesbosutra

sábado, 19 de noviembre de 2011

Gemidos falsos, insatisfacción real.

Para nadie es un secreto que un gemido es un perfecto afrodisíaco incluso más potente que las ostras,  que ese dulce grito ahogado o libre de placer vuelve loca de pasión a cualquier persona, un instante sinfónico en primera fila a escuchar la mejor aria jamás escuchada, el aria de los gemidos de esa otra persona, quien puede resistirse a ellos?!.

Pero sin embargo esto puede llegar a ser un arma de doble filo, entre lo sublime y la insatisfacción, las mujeres tendemos a exagerar los gemidos porque sabemos cuán estimulante es para nuestra pareja, al punto que a veces para garantizar su satisfacción llegan a fingirlos, un gemido falso lleva a una falsa estimulación de zonas que para ti no son erógenas pero que para él son la llave a tú paraíso. Esto lleva a una mala forma de estudio de nuestro cuerpo para nuestra pareja, al pensar que sentimos placer por algo en específico, ya sea la forma de penetración o el movimiento de su lengua durante el sexo oral por ejemplo, cuando en realidad no es así y resulta perjudicial para nosotras mismas y la salud de la relación, le estamos guiando erróneamente a esa persona justo a ese punto en el que se debe fingir además el orgasmo para que todo acabe de una vez
.
Es incomodo, frustrante y nada placentero tener relaciones sexuales sólo fingiendo, a diferencia de Meg Ryan a nosotras no nos están pagando por fingir una escena de orgasmo perfecta. En las relaciones sexuales el placer está en el disfrute de ambos no en la satisfacción de uno solo, para eso existe la masturbación.

Y piénsenlo, a quien están engañando más, a ellos, pobres que muchas veces no saben diferenciar entre un orgasmo genuino y uno fingido, o a ustedes mismas, privándose del placer, la satisfacción y los beneficios del buen sexo y un agonizante, relajante y exquisito orgasmo?

No sientan miedo al hablarle a sus parejas sobre qué es lo que más les excita, cuales son los puntos a tocar, nadie nace aprendido y aunque parte de la diversión radica en descubrir a veces no está de más guiar y conseguir las recompensas.

Sobre la cama no hay tabúes validos cuando hay comunicación y confianza, se sorprenderían al descubrir que esa mujer u hombre a su lado tiene fantasías en común contigo y está dispuest@ a cumplirlos.

El sexo es sucio, excitante y a veces hasta extraño pero divino, disfrutar en pareja es algo exquisito, no se priven de portarse mal cuando lo hacen bien, dejen la ficción para el cine e inyéctenle realidad y placer a sus vidas. No teman preguntar qué les gusta a sus parejas ni hacerles saber donde los deben tocar, el éxito de una buena relación está en una buena comunicación y aun más cuando de sexo se trata…

jueves, 3 de noviembre de 2011

Actitud Sensual...


A la mirada de todos eres bella, pero frente a un espejo lo sientes así?

No hay nada más sensual en una mujer que la seguridad en sí misma, que esa sonrisa llena de luz su rostro, que esa forma de caminar segura y fuerte, que esa mirada que habla por sí sola. El cuerpo femenino es un templo de belleza, sea baja, alta, flaquita, rellenita, atlética, joven, madurita, etc.

La sensualidad es una actitud, al igual que la belleza, ser sensual y erótica no siempre es ser pornógrafa, una mirada penetrante aunque sutil, unos labios brillantes, una sonrisa espontanea, una manera de ser coqueta, de vestir a tu manera sin importar el que dirán, eso es sexy, eso es erótico.

Actualmente y a pesar de los estándares de ‘belleza’ auto establecidos por el mundo de la moda, a un hombre nada le atrae más que una mujer cuyo caminar lo invite a mirarla dos veces, cuya sonrisa le inspire a devolverle el gesto, cuya belleza espontanea lo incite a pedirle el numero de teléfono.

La sensualidad en una mujer se basa en los detalles, en esas pequeñas cosas que nos hacen ser y sentir únicas, nos diferencian de las demás, en esa forma de saber llevar los tacones al andar, en esa manera en que mordemos nuestros labios cuando algo nos atrae, en esa mueca llena de gracia que invade nuestro rostro cuando algo o alguien nos hace sonrojar.

Es sentir la belleza por dentro y proyectarla por fuera, es vivir la sensualidad sin llegar a la pornografía ni a la vulgaridad, no es mostrar sino saber qué y cómo mostrarlo, es sentir y verte fabulosa, es robarte las miradas al pasar, es saber llevar las ropas y saberlas usar, es querer tu cuerpo, tu templo, es amarte a ti misma y reflejar esa seguridad en las miradas que dejas, es tener una actitud sensual sin ser explicito en lo sexual.

Demuestra esa sensualidad en tu originalidad, en tú única y peculiar forma de ser, sonríe, disfruta, ama y exhala seguridad al andar… 

viernes, 7 de octubre de 2011

Era lesbiana y no lo sabia...

Hay muchos mitos y mucha ignorancia sobre las relaciones lésbicas. Siempre creen que somos unas frustradas y que no nos quedó de otra. Que algún hombre nos violó, maltrató, engañó, que de repente comenzamos a odiarlos y nos “convertimos” en lesbianas. No hay nada más equivocado que esto.
De hecho muchas personas creen que por el simple hecho de ser mujeres, no corremos riesgos al tener sexo entre nosotras. Realmente corremos tanto o más riesgo que en una relación sexual hombre-mujer.
En mi caso puedo decir que estuve con varios chicos antes de siquiera probar estar con una mujer. Nunca fui violada o maltratada por alguno de ellos. Todo lo contrario, me dieron mucho amor. Sencillamente se me dio la oportunidad de estar con una chica y para mi sorpresa nunca más quise estar con hombres.
Es algo diferente. Tenemos otra manera de sentir y hacernos sentir. Es una compenetración espiritual que no es fácil de explicar.
Yo me encontraba en una relación con un chico desde hacía casi 4 años. Las cosas no iban muy bien pero ahí estábamos. Hasta que se le ocurrió una maravillosa idea. La idea de las ideas. Me propuso un trío. Quería que tuviéramos sexo con una amiga suya.
Yo no acepté. ¿¿Estar con una mujer?? ¡JAMÁS! Estaba loco si creía que yo haría eso.
Así pasaron 3 meses. Él luchando porque lo hiciéramos y yo negándome. Al final de cuentas lo que logró fue abrirme la vena de la curiosidad, pero sin él. No me interesaba para nada tener un trío.
Lo cierto es que logró hacerme querer probar pero para nada me provocaba estar con los dos al mismo tiempo.
Conocí a la chica y sí, era muy atractiva, hermosa en realidad. Hablamos una vez y me fue muy directa al decirme que le atraía. Me dijo todo lo que le gustaba de mí y que ella tampoco quería estar con él pero que sí quería estar conmigo. Debo confesar y aceptar que eso me mató, me excitó el que fuera tan directa, que no tuviera miedo de decir las cosas.
Y un día nos vimos. La tensión se sentía, era algo que no lográbamos explicar.
Así que nos seguimos viendo. Terminé con mi novio y me quedé con la amiga.
Es por eso que siempre digo que eso de querer hacer un trío, no siempre es lo mejor; más si es con tu pareja estable. Son muchas las cosas que se tienen que sopesar: la confianza entre ustedes, la comunicación y cómo está la relación (no es un salva relaciones).
Descubrí un mundo completamente nuevo, sensaciones que no conocía. No hay nada como verse en los ojos de otra mujer, ni nada como sentir sus labios.
Una mujer sólo puede saber lo que quieres, lo que sientes. Puede leer tu mente y saber perfectamente qué deseas.
La creatividad juega un papel importante. Sin importar el cómo, cuándo o dónde, cuando el placer se alcanza, en el cuerpo femenino todo es cuestión de saber dónde y cómo tocar, besar, acariciar, lamer, penetrar y hasta morder.
Al momento de entrar en la intimidad debemos dejar los tabúes afuera. No hay espacio para las inhibiciones.
Por supuesto que como nada es absoluto, esto no quiere decir que a todas las mujeres les pase lo mismo. Hay quienes tras probarlo quedan en ese limbo donde sienten atracción por ambos sexos y en la mayoría de los casos sufren por no saber cómo manejarlo. Y hay muchas que prueban y encuentran que en definitiva las chicas no son lo suyo.
En definitiva, tal y como yo lo veo: si te interesa, pruébalo. Si no lo haces nunca sabrás qué se siente y posiblemente vivas engañada (engañándote a ti misma) por el resto de tu vida. Mejor probarlo y saber qué es a no probarlo nunca.


Escrito por: @Lesbosutra.

martes, 20 de septiembre de 2011

Amigos sin derecho a enamorarse…


Amigos con derechos, amistades con beneficios, ADR (amigos con derecho a roce), amigovios, frees, etc. Igual a, una relación sin compromiso, sin futuro, sin celos, sin ataduras, sin promesas, sin amor. Sólo sexo, esas son las reglas y esté es el juego.

La amistad como el amor viene ligada al compromiso, la confianza y sobre todo a la comunicación, la diferencia de una a otra es la atracción física y sexual entre la pareja, al fin y al cabo la persona de la que nos enamoramos tiene que además de ser amante ser amigo, fiel confidente y cómplice de vida, en el limbo se encuentra este tipo de relación donde se mantiene la confianza, la comunicación y la atracción de la amistad pero restando el compromiso, un cómplice y un confidente que fuera de la cama y sin pensar en el futuro no es más que un conocido, un simple amigo.

Cuando se inicia un tipo de relación similar a esta las reglas del juego son básicas pero importantes, nadie dijo que obtener beneficios no traería algún tipo de compromiso, en este caso nos comprometemos a no comprometernos, a estar disponible para el otro donde sea, cuando sea y bajo cualquier circunstancia, una forma muy interesante de experimentar cosas nuevas a nivel sexual, y disfrutar ampliamente de los derechos otorgados, eso sí, cero caricias fuera de contexto, ningún te quiero u otra muestra de afecto, manos más frías que sudadas,  siempre protegerse, no desprestigiar, es secreto, furtivo, prestado, pero sabroso, como dirían por ahí.

Una amistad sin límites, con derecho a todo menos al amor…

Pero por supuesto somos humanos, no estamos hechos de metal o piedra, y el enamorarse es siempre una opción y cruel desenlace si no es correspondido, tendemos a confundir afecto con enamoramiento, llámese ilusión o amor, este es un juego peligroso, donde hay más trampas que comodines. Por otra parte puede resultar beneficioso este tipo de amistad cuando a través del otro aprendemos sobre nosotros mismos, cuando esa persona, sincera, que te dirá siempre lo que necesitas y no lo que quieres escuchar, te hace ver lo que tú no podías ver de ti mismo, sin querer (y a veces hasta queriendo) termina convirtiéndose en una amistad realmente solida, y realmente una amistad llena de beneficios, que con el tiempo irá perdiendo los derecho pero ganando el compromiso de una real y duradera amistad. Enamorarse de ese amigo que nos escucha, que nos entiende, que nos conoce más que nosotros mismos cuando hay atracción y tensión física de por medio es muy común, ser lo suficiente maduro para no cruzar el umbral, esa delgada línea entre el amor y la amistad, eso sí es muy raro de encontrar.

El amor es como comer chocolate, un efecto químico sobre el cuerpo, se liberan endorfinas que nos hacen tener esa sensación que llamamos estar enamorados, el sexo libera tensiones, la amistad aligera cargas. Mientras que para mantener una relación amorosa se requiere esfuerzo, compromiso y muchas atenciones, la amistad supera distancias y confrontaciones.

Como dice el refrán, ‘los amores pasan, los amigos quedan…’

La amistad no es más que un amor sin encuentros sexuales, los derechos son esos encuentros sin el compromiso de una relación. Tú y la otra persona siempre serán libres de estar con quienes deseen, son libres de encontrar en alguien más lo único que no es permitido en el juego, son libres a no pertenecerse el uno al otro, tienen el deber de estar en libertad. Pero cuando uno de ellos se enamora, los celos, la tristeza, el resentimiento de la no correspondencia se convierte en un cruel verdugo, que no sólo acaba con los derechos de la amistad sino con la amistad completa.

Es un juego de dos que tienen a volverse complicado cuando uno olvida las reglas, aunque no todo es malo, en algunos casos ambas partes podrían ser presas del amor y haber encontrado en el mejor amigo, aquel ideal amante y aquel perfecto amor que cada vez somos menos los que lo encontramos.

Ya sea una amistad con beneficios o un amor sin ataduras, el juego del ‘amigovio’ es fácil y al mismo tiempo complicado, sigue las reglas y llegaras a la meta triunfador, cae en las trampas y terminaras enamorado.

Amigo, tenemos derecho a todo menos a enamorarnos, jugamos?.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Dime que tacones usas y te diré que mujer eres…


Tacones, plataformas, stilettos, pumps, botas, flats, tenis, converse, etc…

No sólo zapatos sino además la marca de tu personalidad, para los hombres un objeto de deseo, para las mujeres un arma de seducción, dime cuales usas y te diré qué mujer eres.

Desde el antiguo Egipto hasta el renacimiento, el uso del tacón era símbolo de moda, sofisticación y sensualidad pero lo curioso es que la primera persona en usarlos fue un hombre, sí, como leyeron, un hombre. Luis XIV, rey de Francia también conocido como ‘Rey Sol’ quien para compensar su baja estatura por mandato real a Nicholas Lestage un artesano y su zapatero personal, fue ordenada la confección especifica de refinados, aunque adornados con vistosos lazos, brocados y piedras preciosas; suelas de color rojo; tacones con una pequeña curvatura; bordados en plata con escenas de batallas. Un diseño desbordado de imaginación y buen gusto, de este diseño pronto se hizo su variante para la mujer y hasta el día de hoy es un definitivo icono de la moda femenina, salvo las botas de cowboy y los tacones de flamenco que son usados en ambos géneros.

Para nadie es un secreto que según el calzado de una mujer se sabe mucho de su personalidad, aunque también gracias a la gran variedad y gustos más allá de sólo quedarse en el tipo de personalidad el uso de zapatos de tacón o flats, denota el estado de ánimo o el lugar y evento a donde se vaya.    

Los zapatos son para muchas (incluyéndome) una adicción, una pasión, un estilo de vida al caminar, para otros un fetiche total, en tacones de aguja, en pumps o en sandalias, el andar de una mujer cambia drástica y sensualmente y aunque a veces incómodos al usar estos tipos de zapatos se crea una especie de ilusión óptica de piernas delgadas y alargadas, pies más pequeños y mayor altura, además alteran la postura y la marcha, este tipo de tacón obliga a que se forme un arco en la espalda que hace que el pecho sobresalga y el pompis quede ligeramente inclinado hacia atrás, por eso dicen que para ser bellas hay que ver estrellas, se necesita un poquito de sacrificio pero definitivamente vale la pena…

La belleza y la personalidad se destacan en la altura de tu tacón; las chicas que usan plataformas o cuñas, son generalmente mujeres románticas, prácticas y ansiosas, dispuestas a tener éxito a cualquier precio mientras que una mujer con preferencia hacia las plataformas bajitas, son de un estilo más relajado, son suaves y flexibles, es agradable hablar con ellas. 

Entrando ya a los zapatos de tacón, aquellas que los prefieren bajitos saben lo que quieren en la vida, aunque a veces se cansan y deprimen con facilidad mientras que las mujeres con preferencia por el tacón alto son seguras, firmes y decididas a defender su punto de vista a toda costa, aunque también son impredecibles y mi siempre favorito el tacón de aguja o stiletto es preferido por mujeres muy femeninas, con energía y confianza en sí mismas. Además, disfrutan de su atractivo al maximo. 

Los suecos son una excelente opción para aquellas mujeres que les atrae la altura sin sacrificar la comodidad, destacan mucho el estilo, para ellas la belleza no tiene porque ser una tortura, yo diría que son chicas inteligentes, jaja. 

No sólo la altura del tacón demuestra el tipo de personalidad sino además el color tiene un rol muy importante. Si adoras los zapatos negros, la elegancia y practicidad es lo tuyo. Prefieres llevar un estilo clásico y reservado, pero si en tu armario abundan los calzados de color rosa, celeste, vainilla, crema, tu forma de ser es romántica, soñadora y delicada, vives tu vida como si fuera un cuento. Toda una princesa. Ahora sí todos tus zapatos, o la mayoría tienen algo de dorado, entonces eres una chica súper apasionada y, algo alocada, adoras ser el centro de atención, pero si al abrir tu armario aparecen cebras, leopardos, serpientes, está clarísimo que eres una mujer salvaje, aventurera, amante de tu libertad y muy segura de ti misma.

Como mis favoritos, los zapatos rojos son símbolo de absoluta pasión, los tacones de este color reflejan que eres una mujer sexy, de personalidad fuerte y segura de sí misma.

Y no podemos olvidar a aquellas cuya preferencia es por el calzado deportivo, son chicas sencillas y que vive su vida sin complicaciones.

Si te sentiste identificada con alguna de estas afirmaciones sin duda, al igual que yo, eres una mujer apasionada por el mundo de los zapatos, entonces dime, qué tipo tacones usas y qué mujer eres?. 

Ya sea en unos espectaculares Jimmy Choo, sobre unos Manolo Blanik o en mis siempre favoritos Ruthie Davis o ya sea en esos tacones sin importar marca que viste en el centro comercial, destaca tu estilo y tu personalidad sensual, divertida y única empezando desde los pies…

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sensualidad + Sexualidad = lo mejor de dos mundos


El sexo vende unas horas de placer, la sensualidad regala momentos interminables de erotismo, seducción, pasión y todo aun con ropa puesta…

 La sexualidad está asociada a los órganos reproductores, a la satisfacción misma de un instante de descontrol, a una pasión momentánea entre una pareja sin importar su preferencia sexual, al sexo, resumiéndolo en cuatro letras, o como a mí me gusta llamarlo el Yang de mi Yin. Quizás hasta peligrosa sea esta definición, el sólo llevarse de la mano con la sexualidad puede, y generalmente tiende, a llevar a la monotonía, una palabra que ninguno de nosotros queremos ver ni llevar en una relación.
 
Por otra parte está el Yin de esta historia, la sensualidad, desde un suave contorneo de caderas, desde una mirada que dice más que las palabras, desde una simple sonrisa ladeada en esos labios carmesí, hasta esa falda corta y esos tacones altos que nos hacen ver tan sensuales, esa manera de atraer las miradas por un cabello largo y ondulado, o simplemente una manicure francesa que te puede llevar a imaginar las caricias de las manos que las llevan, de eso se trata sobre todo la sensualidad, imaginación sin límites, erotismo sin vulgaridad, no sólo mirando sino sintiendo, probando, escuchando, una sinfonía de sentidos al compas de los deseos, de ese ‘ver pero no tocar’ que nos vuelve locos, que nos emociona, que nos excita…
 
Pero como toda en esta vida nada es completamente Yin ni completamente Yang, debe existir equilibrio entre ambos aspectos, en lugar de separarlos hay que unirlos y vivirlos.
 
La sexualidad se aprende, con la sensualidad se nace, y todos, mujeres y hombres, tenemos sensualidad natural dentro de nosotros, la única diferencia es que para algunos el ser sensual es parte de nuestra personalidad, de nuestro físico y nuestra forma de ser, mientras que en algunos otros es un poco más difícil demostrar que se puede ser sensual sin llegar a lo vulgar, que es el limbo entre ambos conceptos, la vulgaridad, recuerden, todo es cuestión de actitud cuando de sensualidad se trata.
 
Es cierto la sensualidad es la guinda del pastel, el complemente ideal de la sexualidad, el juego previo a una noche mágica, a una noche romántica y porque no, a una noche donde esos instintos animales se desbordan, no hay orgasmo sin excitación, ni buen sexo sin un toque de imaginación…
 
El equilibrio es la clave para disfrutar de ambos, un poco de imaginación previa a cualquier contacto físico es el secreto al éxito sexual, y esto nos lleva a una excelente autoestima y bienestar, vamos de compras al sexshop y sorpréndelo con un juguetico nuevo, vayan juntos a comprar lencería y espíala un poco mientras se prueba, cómprale unos tacones altos de terciopelo rojo y que ella te los desfile siendo eso lo único que use, y disfruta de lo mejor de ambos mundos…